Si hay un campo en la informática que ha supuesto una auténtica revolución de concepto en los últimos años, es sin duda la virtualización.

Y utilizo “ha supuesto” y no “supondrá” porque constituye un nuevo enfoque a la hora de diseñar las infraestructuras tecnológicas que ya está completamente consolidado y listo para usar.

Son muchos los estudios que indican que en breve las empresas estarán prácticamente virtualizadas en su totalidad y casi todas están comenzando ya este proceso de migración.

Al hablar con las personas que dirigen las pequeñas empresas y que son nuestro principal grupo de clientes, casi todos han oído algo del tema, pero son muy pocos los que saben de que se trata exactamente. Hoy en día es casi imposible no haber escuchado términos como “virtualizar”, “la nube”, “Saas”.

Una simple búsqueda en Google nos muestra millones de resultados, pero este alubión de información, tecnologías y experiencias a veces lo único que introduce es una mayor confusión.

Las pequeñas empresas quieren apuntarse a esta revolución informática pero no saben por donde comenzar.

vmware

¿Entonces… qué es exactamente esto de virtualizar?

Pensemos en un escenario típico que puede darse en cualquier empresa, independientemente de su tamaño. Varios usuarios usan un programa de contabilidad. Tienen sus equipos desde los que manejan el programa y el software de contabilidad está instalado en un servidor que se encarga de que la aplicación este disponible.

Pasa el tiempo y es necesario actualizar el servidor porque el rendimiento con la aplicación es bajo y ralentiza el trabajo diario de los usuarios.

¿Cómo podríamos hacer el cambio a una nueva solución? (sólo es una idea porque podría afrontarse de muchas formas).

Desde el punto de vista tradicional, cambiaríamos la máquina del servidor, instalaríamos el sistema y la nueva aplicación y migraríamos los datos al nuevo entorno y reinstalaríamos el software en los ordenadores de los usuarios.

Mediante la virtualización podríamos convertir esta máquina física en una virtual y aumentar los recursos que tenía asignados originalmente (RAM, disco duro, procesador, etc).

Lo que hemos ganado con este método es disminuir el tiempo de inactividad de los usuarios. De unas horas a varios días (dependiendo del caso), a ni siquiera tener que parar el sistema.

Virtualizar es pues, conseguir una independencia entre la máquina física y los sistemas.

Una forma de hacer esto sería:

coger una máquina física, instalar un sistema operativo que permita crear máquinas virtuales y crear sobre el ordenadores virtuales. Podemos instalar 2 (3, 4, 5…) servidores virtuales en una misma máquina física como si realmente tuviéramos varias máquinas independientes.

Los principales sistemas para virtualizar son VMware, Nutanix y Microsoft Hyper-V aunque existen otros desarrollos muy interesantes.

A partir de este punto se abre un abanico de posibilidades enorme que os iremos detallando en futuros artículos y que pueden ser:

  • Mover una máquina virtual a otra máquina física.
  • Ampliar las prestaciones sin reinstalar el sistema.
  • Hacer copia de las máquinas virtuales y levantarlas en otro hardware si se estropea la máquina.
  • Crear máquinas virtuales para los usuarios y que las puedan usar desde cualquier aplicación.
  • y un largo etc.

¡Saludos a todos!