USB tipo C
El USB se ha convertido, sin duda, en la conexión más habitual para todo tipo de dispositivos. Prácticamente todos los dispositivos electrónicos incorporan una conexión de este tipo, de una u otra versión.
Ha ido evolucionando con el paso del tiempo y los estándares lo han hecho en la misma medida para adaptarse a las crecientes necesidades de los usuarios.
USB-IF* (Foro de implementadores USB, encargado de desarrollar los distintos estándares de estas conexiones y en la que participan los principales fabricantes como Microsoft, Intel y HP) ha decidido cambiarle el nombre al USB 3.0; que ahora pasa a llamarse USB 3.1 Gen 1, sin que haya cambios en las especificaciones técnicas (5 Gbps). El primer borrador con las especificaciones del USB 3.1 se publicó en 2013.
Se ha introducido una nueva nomenclatura, que es el USB 3.1 Gen 2, que amplía la tasa de transferencia de datos hasta una velocidad teórica de 10Gbps (ó 1,2GB/s).
Con este pequeño diagrama quedará un poco más claro:


¿Qué tendremos que tener en cuenta como usuarios?
Las nuevas unidades USB 3.1 Gen 2 son 100% compatibles con los conectores de versiones anteriores (USB 3.0/3.1 Gen 1 y USB 2.0).
Para lograr el rendimiento USB 3.1 Gen. 1/2 de 5 Gbps /10 Gbps respectivamente, es imprescindible que tu dispositivo anfitrión cuente con un puerto USB 3.1.
No hay que olvidar que el USB 3.1 compite en el mercado con Thunderbolt, que ha tenido un rápido desarrollo y unas prestaciones, que por el momento superan a las presentadas.
Una de las novedades que incorpora es el conector Tipo C. ¿Quién no ha conectado un dispositivo USB y siempre la primera opción es ponerlo como no es y tener que darle la vuelta? Puede parecer una tontería, pero es uno de esos pequeños engorros diarios que todos pensamos. El conector TipoC permite que lo pongas como lo pongas se conecte correctamente.
Parece que la tostada ya no se caerá del lado de la mantequilla 😉