Llevo tiempo queriendo tratar un tema que es considerado como la tercera revolución industrial. Se trata de la impresión en 3D. Vamos a ver, si esta tecnología logra imponerse, cómo puede cambiar nuestras vidas. También, qué implicaciones puede tener en el mundo empresarial.

No se trata de una moda pasajera. Es una tecnología que ha venido para quedarse . Asistimos a una bajada del precio de los dispositivos, una gran variedad de materiales (no sólo son plásticos, por ejemplo, aquí se muestra cómo se imprimen baterías de litio),  la impresión de objetos en varios colores. Incluso se está experimentando para lograr imprimir alimentos y órganos…

¿Por qué supone una revolución?

Para poder comprar un producto no será necesario que acudamos a una tienda o una fábrica. Teniendo la maqueta podremos imprimirlo nosotros mismos. Llegaremos a lo que se conoce como «making yourself» .

¿Te imaginas ver un objeto en internet y poder imprimirlo en casa sin necesidad de ir a una tienda y comprarlo?

Pues gracias a la impresión en 3D es posible. Pero ésto entraña un peligro de vulneración de derechos de autor y patentes. Ver un producto de internet no nos dará derecho a reproducirlo sin el consentimiento del autor.

¿Cuáles son los sectores más beneficiados de la impresión en 3D?

  • Arquitectura, con la impresión de maquetas
  • Construcción de edificios y obra civil.
  • Educación, imaginemos la aportación que supone para un profesor educar a los alumnos mediante objetos y no sólo a través de fotos/videos.
  • Medicina, sobre todo aplicado en el campo de las prótesis, la fabricación de piezas dentales, y la fabricación de órganos, algo muy esperanzador y que definitivamente serviría para acabar con las listas de donaciones y revolucionar el mundo de los trasplantes.

A medida que la impresión en 3D se haga más popular, habrá sectores que inevitablemente tendrán que evolucionar o que incluso podrán desaparecer.

Por ejemplo:

  • La Logística y transporte de mercancías.
  • El comercio tradicional.
  • La industria manufacturera (aquella dedicada a la fabricación de cualquier objeto).

Algunas preguntas que invitan a reflexionar son:

  • ¿Podremos imprimir casi cualquier cosa?
  • ¿Los gobiernos están preparados para la revolución que supone la impresión en 3D?
  • ¿Cómo se pueden poner límites?

Pensemos en las consecuencias que tendría la fabricación propia de armas de fuego, drogas… son puntos oscuros que, de momento, no tienen respuesta.

Hasta Pronto!