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Disco tradicional vs SSD (Disco Duro Sólido)
Durante años, hemos utilizado discos duros para el almacenamiento en nuestros ordenadores. Estos dispositivos magnéticos, llevan partes móviles como el cabezal, con el que accedemos a los datos que están en el plato o disco.
Esta tecnología actualmente sigue siendo muy utilizada. Sin embargo es previsible que con el tiempo se considere obsoleta.
Por el contrario, las unidades SSD funcionan de forma similar a una memoria RAM. Se componen de pequeños chips de memoria flash y es la controladora la que realiza todo el trabajo.
¿Merece la pena cambiar nuestro disco (HDD) por una unidad de estado sólido (SSD)?
Hay que tener en cuenta que el precio de estos dispositivos hace años era muy elevado si lo comparábamos con el de los tradicionales. Hoy en día esa diferencia ha disminuido bastante.
Por ejemplo, una unidad de 250 GB ronda los 60 -125 € (dependiendo de modelo / características técnicas, etc).
Sí merece la pena realizar el desembolso para actualizar nuestro disco a un disco duro sólido por toda una serie de ventajas que diremos a continuación.

Ventajas del cambio a un disco sólido:
- Rapidez. Tanto en la búsqueda de los datos como en la lectura (10x veces más rápido que uno tradicional). El tiempo que tenemos que esperar hasta obtener el flujo de los datos es siempre el mismo. No es necesario desfragmentar la unidad. Ésto afecta directamente a la experiencia del usuario, que verá cómo se inicia antes su Sistema Operativo y se cargan los programas con mayor rapidez.
- Mayor resistencia y vida útil del dispositivo. Al no tener componentes móviles, es menos probable que se dañe en caso de golpes o vibraciones. Se calientan menos, por lo que sufrirán un menor desgaste y durarán más tiempo.
- Menor consumo. Necesitan menos potencia para funcionar. Ésto los hace ideales para dispositivos portátiles. Gastan menos y por lo tanto la batería durará más.
- Menor ruido. Resultado también de no tener partes móviles.
¿En qué casos conviene cambiar a un SSD (disco duro sólido)?
Consumidores o usuarios de portátiles que han tenido que reemplazar el disco por fallo (caída, golpes, error de lectura, etc). En este caso optaremos por una unidad SATA
Usuarios gamers o diseñadores gráficos que utilicen desktops: la opción sería colocar un SSD para albergar el Sistema Operativo y las aplicaciones. Además, complementarlo con un HD tradicional para el almacenamiento (de mucha mayor capacidad y más lento, pero más económico).
Instalar SSD en Servidores que van a albergar hosts y/o aplicaciones virtualizadas para acelerar el rendimiento y optimizar los recursos.
Discos duros sólidos para NAS. Los principales fabricantes de NAS como puedan ser QNAP y Synology, cuentas con dispositivos Full flash o lo que es lo mismo: están pensados para que todos sus discos sean discos duros sólidos.
Conclusión: ¿Vale la pena un SSD?
Sí, es uno de los mejores cambios que podemos realizar en nuestro equipo.
¿Qué casos se te ocurren para sustituir un HD convencional por un SSD?
Recuerda que si necesitas asesoramiento para tu empresa en materia de almacenamiento puedes contactar con nosotros.
Hasta Pronto!